Hijas del agua surgió de una colaboración entre dos artistas, Ruvén Afanador y Ana González, quien dedicó casi tres años a explorar 26 de las comunidades indígenas de Colombia. Estos viajes a lugares distantes y geográficamente inaccesibles dieron paso a un maravilloso registro fotográfico de mujeres, hombres y niños arraigados en sus tradiciones ancestrales, vistiendo sus ropas tradicionales y rodeado de su entorno natural.
En el transcurso de este viaje, Afanador y González recorrieron todo el país, desde la Guajira del desierto a Sierra Nevada, de la sierra del Cauca a la región de Urabá de Antioquia y del Montañas de Chiribiquete hasta el río Amazonas y su espesa selva. En estos lugares, buscaron documentar los distintos pueblos de los Nukak, los Wayúu, los Arhuaco, los Tucano, los Kamëntsá, los Inga, el Kogui, el Huitoto, el Yagua, el Yacuna, el Curripaco, el Esperara Siapidara, el Embera Chamí, Gunadule, Ticuna, Jiw, Koreguaje, Muinane, Cubeo, Nasa, Okaina, Wonaan, Piaroa, Embera Katío, Pachacuari y Misak.
Cada toma realizada por el fotógrafo Ruvén Afanador fue posteriormente modificada por la artista Ana González. Las fotos fueron sublimadas o impresas en diferentes soportes, como tela, papel de arroz, lienzos o velos, y alterado posteriormente con bordado, tinta, grafito o porcelana, según el mensaje y la historia de cada imagen. Ruvén Afanador abrió las almas de un pueblo que puede parecer casi irreal para abrazarlos con su lente en busca de su yo más digno. Por su parte, Ana González ve con su corazón para crear diversas capas que intervengan respetuosamente en las imágenes de Afanador con bordados, dibujar y escribir para dejar un testimonio de existencia, un registro de las habilidades tradicionales y la magia de conocer estas comunidades.